w a l k o n e a r t h es el lugar donde desahogo mi conciencia y aplasto mis frustaciones. También lo hago en otros lugares, pero me pagan por ello...



miércoles, 29 de diciembre de 2010

FRANCISCO DE GOYA Y LUCIENTES: ¿PRIMER FOTOPERIODISTA?

Los Desastres de la Guerra, Francisco de Goya y Lucientes
 
¿O debería decir Pictio-periodista?
Fuendetodos, el pequeño municipio zaragozano, lo sufren y disfrutan unos 170 seres humanos que son los que lo habitan, más o menos, de forma constante. Supongo que casi todos maños. O mañicos.
Otro montón, mucho más numeroso, lo disfruta solamente.  O espero que para la mayoría así sea pues pasan por allí de visita breve y no hay muchas oportunidades de padecerlo. Como fue mi caso.
Pero a lo que vamos. Tecleo estas líneas a modo de homenaje personal y humilde a aquel que de sopetón se me apareció el otro día como uno de los primeros reporteros gráficos, que yo tenga constancia, de la Historia. Me refiero en cuanto a denuncia social y documentalismo,  que además ostente nombre y apellidos,  no un cromañón cualquiera dibujando gacelas y congéneres con lanza, es decir “documentando un día de caza en Europa Central” o donde habitaran los cromañones. Me refiero a Francisco de Goya y Lucientes.
Goya (a partir de ahora abreviaré para ahorrar tecleos míos y tiempo vuestro) no necesita presentación. Pero tal vez a algunos se os escape su completa colección de grabados sobre la Guerra de la Independencia. Alucinante. Entre Nachtwey y Capa vaya. El homenajeado nació en este pequeño pueblo un día de marzo de 1746, el 30. La casa donde vino al mundo se ha restaurado y supone una visita breve pero curiosa. Seguro que podría dar más de sí, pero ya se sabe, mejor ahorrar en cultura y memoria que no en armamento y sueldos gubernamentales. O de los controladores. El lugar donde me encontré con ese híbrido entre  Cartier-Bresson y Centelles fue un poco más allá, en la calle Zuloaga número 3. Donde se emplaza el Museo del Grabado desde su creación, en 1989.
Goya trabajó los grabados para producción propia, como hacemos hoy día la mayoría de fotoperiodistas freelance. Ese matiz provocó que proyectara lo que vivía con plena naturalidad, libertad y a la vez subjetividad. Nadie le pagaba por un encargo. Nadie le decía como debía hacer o interpretar aquello o lo otro. Sobre todo en lo que se refiere a los desastres de la guerra. Los Desastres de la Guerra, con mayúsculas.
Y de esta etapa es de la que me gustaría hablar aquí y ahora.
Durante 5 años, entre 1810 y 1815, creó 82 grabados con la técnica del aguafuerte, aguatinta, buril y punta seca. Sus grabados resultan una suerte de fotogramas de “instante preciso” en los que se puede leer, en los que él narra, documenta y denuncia las atrocidades de la Guerra de la Independencia. Seres humanos anónimos que padecen las barbaridades de una guerra que es como todas las guerras. Las de ayer y las de hoy. Son sobre todo civiles, mujeres y niños, los que sufren la violencia y la crueldad del conflicto. Igual que hoy en Irak, Afganistán, Congo o Sri Lanka. Siempre son los mismos. Son escenas cargadas de vida y de muerte, que si sabes entenderlas y observarlas no dicen menos que una fotografía tomada con una cámara digital de última generación. Y como el buen fotoperiodista en una foto, Goya condensa en un grabado, sintetiza vaya, un aspecto de aquella guerra.
Y su cobertura informativa no acaba con el conflicto.
Trató con rigurosidad diferentes aspectos de su época y de su vida. Los Caprichos fueron una crítica a los vicios y malas costumbres de aquellos años, educación, prostitución, Inquisición…
Dedicó también un tiempo a cubrir uno de sus temas favoritos: los toros, con su serie La Tauromaquia. Por fin, entre los años 1816 y 1824, tras la guerra, ideó y plasmó sobre papel la colección Los Disparates, cargada de subjetividad, oscurantismo y drama. Quizá ya influenciado por las degeneraciones que había vivido durante la guerra. A mí, en particular, esta etapa me recuerda a Kevin Carter. También criticó sin tapujos el reinado de Fernando VII, aquel mequetrefe cruel e inculto, que hizo del absolutismo la longeva lacra de este país.
No se puede negar que los paralelismos con la labor periodística, o mejor, fotoperiodística, son evidentes. Claro que no llevaba una cámara o un chaleco anti-balas, por supuesto que no revelaba película  Kodak  o utilizaba Photoshop, pero qué duda cabe que lo esencial, es decir mirar con el corazón y la mente, lo hacía como cualquier fotoperiodista de hoy. Es más, yo añadiría que incluso mejor: en mi caso las mejores imágenes, los momentos claves de una situación suelen escaparse en multitud de ocasiones, es mí búsqueda continua. No sólo la luz si no el momento preciso. A él no le acuciaba esa angustia, le bastaba con grabar en su memoria el momento y luego, en su estudio, plasmarlo sobre un papel con toda la rigurosidad subjetiva que se merecían aquellas víctimas inocentes o los hijos de puta de sus verdugos.
Que grande fue Goya. El primer World Press Photo de la Historia le hubiera dado yo.

lunes, 13 de diciembre de 2010

BELCHITE. Y QUE NO HAY MANERA.



(C)DE LAS IMAGENES ALFONS RODRÍGUEZ/PROHIBIDO SU USO/DO NOT USE.

PRÓLOGO: Escribí esta entrada en Bardallur, recién llegado de mi visita a Belchite. Las fotos, me tendréis que disculpar, las realicé con Iphone y después las revelé con Photoshop para intentar corregir en la medida de lo posible las carencias cualitativas. Gracias por la comprensión.
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Todavía tengo el barro húmedo en mis botas (la pasada noche llovió un poco) cuando tecleo esta observación. Opinión y/o impresión que parten de la experiencia circunstancial, de la inopia (la mía, si no hablaría con más rigurosidad), y aquí la efervescencia: del repateo del hígado y de las partes nobles a que me someten, de vez en cuando, aquella banda de desaprensivos compuesta por ciudadanos de a pie, gamberros, políticos  e ineptos ( a veces es todo lo mismo) que se juntan para que, con la providencial conjunción de astros, yo pase por allí y me revuelvan el estómago, cuando algo es depravado, desidioso y cruel. Imbéciles, ignorantes y tontos del culo (perdón) que pueblan esas españas, en minúsculas, que son parte de nuestra historia, memoria y carácter. Esos lugares que vivieron momentos de trascendencia, con hombres y mujeres a los que tanto les llegó a importar algo que mataron y murieron por ello. Lugares donde inocentes niños, mujeres y ancianos se dejaron la sangre y el pellejo sin comerlo ni beberlo. Lugares y momentos que no deberíamos olvidar nunca y que por el contrario desdeñamos, maltratamos y lo que es peor: utilizamos como vertedero y como retrete, donde dejar la más nauseabunda de las huellas humanas fisiológicas.
Como les adelanto en el título me refiero al zaragozano Belchite. Aquel pueblo viejo, hincado en el corazón de Aragón, que fue escenario de uno de aquellos deprimentes capítulos de nuestra guerra civil. Aquella violenta batalla llamada de Belchite que tuvo lugar entre el 24 de agosto y el 6 de septiembre de 1937. 


En la población se había formado una importante bolsa de resistencia de los nacionales (unos 7.000) y para los republicanos tomar el enclave era prioritario en su avance hacia Zaragoza y en su afán para detener el progreso del enemigo. La defensa fue férrea y finalmente el ejército republicano decidió tirar por el camino del medio y borrar del mapa, con ayuda de la aviación (las moscas), aquel grano en el culo llamado Belchite. La deconstrucción que hicieron sólo ayudó a que la infantería se complicara la vida, pues los escombros convirtieron el pueblo en un escondite maldito, en una madriguera de la sacar a los conejos de papá Frasco iba a convertirse en una auténtica pesadilla para los de la República.
Belchite cayó a manos republicanas pero la respuesta no se hizo esperar y el herido Caudillo (herido pero no donde debería) centró sus esfuerzos en reparar el maltrecho orgullo de su patria. Al final la sempiterna estupidez humana, aquella que se regocija en las guerras, dejó un montón de escombros y miles de muertos. Escombros para siempre y muertos para siempre. Los acontecimientos fueron utilizados como repulsiva y revulsiva propaganda por los nacionales, y aquel montón de piedras, sangre y vidas desperdiciadas y desperdigadas quedó como monumento mal interpretado. 



Se construyó un nuevo Belchite en 1954 y los rojos vieron como su esperanza se desvanecía y se volvía contra ellos. Nunca se retiraron los escombros y hoy sirven sobre todo para que fulanito informe de su amor por menganita en una pared acribillada por balas, sirven para que unos se caguen detrás de un muro donde hace casi 74 años otros murieron por un ideal fascista o por defender la libertad (cada cual a lo suyo) y la dignidad de un pueblo. Sirven de cubo de la basura donde escupen, ante la indiferente mirada de responsables, políticos y medias mierdas o mierdas enteras que se gastan el dinero en todo (útil o no) menos en eso, por poco que necesiten para evitar la profanación y la falta de respeto.
Pero ya se sabe, queda mal confundir fascismo con historia y memoria y por tanto mejor no ser valiente y dar media vuelta mientras se silba. No sea qué…
Hecho el exordio, con el barro de mis botas un poco más seco y avisados todos de que más vale no olvidar para no repetir y que se debería respetar la memoria de los muertos y la de un país (o conjunto de autonomías, como prefieran), déjenme ahora aclarar el porqué de este montón de letras remojadas en mi indignación.
Del porqué estoy “hartico” de que los mismos indeseables de siempre me estropeen los puentes que intento disfrutar con amigos y familia o me fastidien los viajes profesionales a los que tanto empeño les pongo. Aquellos capullos que ya les mencionaba al principio. Aquellos indeseables que ensucian, pintarrajean, se cagan y mean en tantos y tantos monumentos, edificios, caminos y montañas que hablan de nuestro pasado, sea bueno o malo, pero que es nuestro y es lo que somos en el presente.
A los demás, y ahí me incluyo, que carajo nos importa a quién amas, a quién te cepillas o lo que hayas comido un rato antes. Tú, deshonra de la raza humana.




(C)DE LAS IMAGENES ALFONS RODRÍGUEZ/PROHIBIDO SU USO/DO NOT USE.

jueves, 9 de diciembre de 2010

EL EXORCISMO 107 (II)

Cuando el Exorcista invocó al djinn la mujer, de unos treinta y tantos, apuntó en voz baja algo así como: “soy, o me llamo,   Mohamed Salhamin.” Un nombre masculino.
Un silencio absoluto arropaba la sala cuando el hombre que realizaba el Rokia Charicua, o ritual de exorcismo, comenzó a recitar el Corán con sus labios pegados al oído de la supuesta endemoniada. La mujer inició una serie de balbuceos en árabe, para mi del todo ininteligibles. Por balbuceos y por árabe. En ese momento el hombre ya sostenía la  cabeza de ella entre sus dos manos. Para evitar golpes y daños auto infringidos.
El idioma escogido por el espíritu, en este caso supuestamente maligno, fue el francés (que casualidad). Y en francés salieron las palabras de los labios de la poseída cuando se abalanzó sobre mí violentamente y, verbigracia,  gritando como una posesa. Lo del francés hubiera quedado en anécdota por hallarnos en Marruecos, de no ser porqué después me aseguraron que aquella mujer no hablaba ni “mu” de árabe ni de francés. Tan solo bereber, su lengua vernácula. Cuando el exorcista la separó de mí, yo no sabía dónde mirar. O fotografiar. ¿Y si me maldecía la NIKON?, o a mí.
A aquellas alturas yo ya flipaba en colores y sin haber catado, palabra de honor, ni un solo ápice de hashish alauita. Que dicen es bueno de tres pares de lo que ya sabéis.
La mujer, el espíritu, tal vez Mohamed o el djinn, o quién se yo, puede que todos a la vez proliferaban gritos aberrantes y entre árabe, bereber y francés se escapaban palabras que yo intentaba cazar al vuelo, mientras mi dedo índice no paraba de apretar el obturador tras el sobresalto inicial, en el que había quedado petrificado. Click, click,  click, tragaba saliva y click, clik, click una y otra vez y otra y otra…
La primera tarjeta se gastó con los primeros pasajes del Corán. Y la mujer que seguía chillando, gruñendo, apretándose la cara, los ojos, frotándose las manos, gesticulando con pies y manos y cara. Se golpeaba el pecho y la cabeza y no paraba de respirar con fuerza, profundamente, como si estuviera de parto o algo parecido. Faz roja, ojos desorbitados. Ambiente tenso en la sala.
Mi intérprete no me quería traducir lo que decía la señora al aire y a mí directamente en ocasiones. Os aseguro que cuando me miraba y me gritaba se me helaba el plasma sanguíneo. Yo emocionado. Y por qué no aceptarlo un poco acojonado. Que, ya se sabe, estas cosas las carga el Diablo. No tenía ni crucifijos ni Biblia con que defenderme, aunque bien pensado allí no me hubieran servido. Mejor un Corán en las manos en vez de una NIKON en modo ráfagas. Quién me mandaba a mí insistir, si me lo habían avisado. Ibrahim comentó en más de una ocasión: ¿Estás seguro? Yo que voy a estar seguro. Pero ya puestos.
A la pobre mujer le estaban sacando de dentro el espíritu 107 de los 114 de la poseían. Cada pocos días tenía que pasar por aquel trago hasta quedar limpia de cuerpo y alma. Le rechinaban los dientes y a mí el cerebro. Click, click, click.
Yo presencié un exorcismo real aquel día y en aquella sala, un conjuro para liberar un alma, una mente confusa. No sé que salió de dentro de aquella mujer. Lo que sí sé es que no fue un espíritu demoníaco. Enfermedad mental, bipolaridad, estrés postraumático, ignorancia, miedo, son posibles explicaciones. Tal vez estas prácticas son reales para quién las cree y ridículas para los que no. En mi caso, creedme, ya no sé qué creer. Y vosotros… ¿qué creéis?

PS: Aquella mujer, dicen, fue castigada por haber acudido a una bruja que conjuró en contra de alguién a quién ella odiaba. El castigo fue la posesión por todos aquellos djinn.



(C)DE LAS IMAGENES ALFONS RODRÍGUEZ/PROHIBIDO SU USO/DO NOT USE.

jueves, 2 de diciembre de 2010

EL EXORCISMO 107 ( I )


(C)DE LAS IMAGENES ALFONS RODRÍGUEZ/PROHIBIDO SU USO/DO NOT USE.

Ocurrió en Marruecos, hace apenas cinco días. El reloj marcaba algo más de las dos de la tarde de allí.
La sala era una sala normal, sin atmósfera, y yo entre allí convencido de que un exorcismo no era algo en lo que creer. Entre sin una predisposición positiva. Sin esperanza de obtener algo auténtico. Los espíritus malignos, los djinn del mundo islámico o africano, no son algo en lo que uno puede depositar su credibilidad. Ni estos, ni los nuestros. No es algo en que se pueda creer, digo yo. Aunque como nadie ha demostrado que no existen en realidad en la mente de algunos, enfermos o cuerdos, tal vez  creer o no creer no es una cuestión de que sea real o no.
Voy a omitir nombres reales y direcciones específicas, por el momento y en Internet, pero cuento con el beneplácito de las personas que aparecen fotografiadas y por eso las publicaré en  este blog. Cuento incluso con un permiso escrito.
Pero, volvamos a lo que íbamos.
El exorcista que nos vendía William Friedkin o el que nos imaginábamos leyendo a William Peter Blatty tenía poco que ver con la de este herbolario humilde, empezando por la religión de uno y de otro: opuesta de forma ridícula pues profesan fe en el mismo Dios y tan sólo las diferencian interpretaciones banales y hombres de carne y hueso banales. Este era un hombre tranquilo y poca cosa, o lo parecía, al que no le confiarías, a simple vista, que te sacara de dentro a un espíritu. Y mucho menos 114. Entre buenos y malos.
La mujer entro en la sala de forma tímida y parsimoniosa. Salam Aleikum, Aleikum Salam…
Tomó asiento sobre los cojines y apoyó la espalda en la pared, justo al lado se sentó él, con la mesita baja muy cercana y una botella de agua con hojas de menta. Junto a ella, a la izquierda, tomaron asiento dos mujeres más y un niño de unos dos años de edad, en brazos de una de ellas. El pequeño no tardó en dormirse. Yo preparé la cámara con una tarjeta vacía de 4 Gb. No pensaba tomar más de 200 fotos, pues tampoco esperaba giros de 360º de cabeza, vómitos de color verde viscosos o paseos por el techo de la sala. Tampoco esperaba gritos, ni voces roncas, ni insultos…
Pero claro, tampoco esperaba lo que ocurrió después…
Me senté justo enfrente, a poco más de un metro de distancia de ambos. Exorcista y poseída.
Y esperé.
(Continuará…)

miércoles, 17 de noviembre de 2010

FOTOPERIODISMO, SATISFACCIÓN Y BARÇA



Jasmin Hadžiahmetović tiene un apellido casi impronunciable para los de por aquí. Pero tiene otras cosas mucho más afines.
El otro día, este buen hombre, contactaba conmigo desde Sarajevo para darme las gracias. Había leído sobre mí y sobre la cobertura que hice de la situación actual del genocidio de Srebrenica, en Bosnia y Herzegovina, en una revista de política y actualidad de tirada nacional en su país,  llamada Slobodna Bosna. Hasta aquí la parte de fotoperiodismo de esta entrada.
 Para que veáis lo mismo que vio él, os adjunto los PDF que he conseguido.
Bien, como decía llegó hasta mí y me dio las gracias por apoyar a su país y por lo que había hecho y estaba haciendo por denunciar aquella situación y recordar aquel terrible pasado. Algo que no se debe olvidar nunca. Le dije que tenían un gran país y que merecía la pena luchar por él y por sus gentes. Contestó que había muchas cosas que mejorar y que estaba en manos de todos el conseguirlo. Que mi trabajo sea útil me satisface. Me satisface muchísimo. Me emociona y me empuja a seguir saltando por encima de barreras y más allá de que un medio de comunicación se interese o no por mis reportajes. Por eso las gracias se las doy yo a Jasmin, a él y  a todos los que luchan por que Bosnia y Herzegovina sea un lugar mejor en el que vivir.  Esta era la parte de satisfacción.
Jasmin es además el presidente de la Peña Barcelonista de Sarajevo. Coincidencia o destino. Pero que les voy a contar, uno no puede ser perfecto y es culé. Así que más satisfacción, que aunque secundaria es importante, en todo este episodio. Y que me perdonen el resto de equipos del planeta, pero ser del mejor equipo del mundo tiene estas cosas de vanidad. Esta era la parte del Barça.

martes, 16 de noviembre de 2010

LA ALACENA HISTÓRICA: BERNARDÍ FORNALS Y SOBRAN LOS DEDOS.


(C)DE LAS IMAGENES ALFONS RODRÍGUEZ/PROHIBIDO SU USO/DO NOT USE.

Vuelvo a abrir la vieja carpeta de fotografías en papel baritado. Esta vez tiene algo de polvo de la última vez que hice obras en casa. Hay que ver. Los albañiles, esos chicos que son como la novia: ni contigo ni sin ti. Me bajo de las ramas, disculpen. Son mis ancestros primates.
Como decía, abro la alacena (ya la he abierto en otras ocasiones, si recuerdan) y saco esta foto. La escaneo a lo cutre pero manteniendo en la medida de lo posible lo que veo en el papel. Lo que se refleja en el papel. La instantánea la tome en Tailandia en 1988. Hace nada, más de 22 años. Todavía no se había invadido Kuwait y Bush papi ya campaba a sus anchas, ni había explotado el polvorín de los Balcanes, ni habían caído las gemelas. Digo las torres, no las vecinas. Aunque, faroles aparte, ellas no cayeron nunca, las vecinas digo. Alfonso Guerra hasta en la sopa, Javier Solana todavía no miraba a otro lado y silbaba. The Final countdown de Europe sonaba en el “radiokasete” o WhiteSnake decía aquello de Here I go again. Dubidubá. Mira que se pasaban horas en la pelu, sobre todo el vocalista de los WhiteSnake. Disculpen, me descuelgo de nuevo de las ramas. Mi lado orangután como les decía.
Decía (a ver si lo digo de una puta vez) que saco la afoto y la escaneo. En ella se ve a un padre, orgullosísimo de su rechoncho hijo a las puertas del Palacio Real de Bangkok. Lo protege del Lorenzo con un paraguas. Flashback: hago las maletas, me vuelvo “paspaña”. Revelo. Positivo (cubetas, líquidos, reservas, tal y tal). El progenitor mira a su hijo, el hijo mira alguna chati que pasaba por allí. El rudo brazo del padre enmarca la suave cara del niño y esta y el puño cerrado crean un interesante centro de atención en la imagen. Y yo, más contento que Sansón con melena cojo la foto y me voy a ver a Bernardí Fornals. El Grande. El olvidado.
La jodí. Bernardí me abre los ojos. Un paso atrás, sólo un paso atrás. Bastaba con un puñetero paso atrás y la foto hubiera sido mejor. O tal vez un paso palante, María. Y no hablo del Ricky Martin ese. El maestro me cuenta. Si hubiera hecho aparecer toda la mano del padre y la del niño sujetando el dedo pulgar de papá o si bien hubiera reducido el encuadre eliminando manos, la composición hubiera sido más limpia, la fotografía más equilibrada y exenta de elementos molestos e inacabados. Pa haberlo sabido, cachis.
Le debo mucho a Bernardí Fornals, aquel fotógrafo de barrio con reconocimiento de la Société Française de Photographie, fundada en 1854 y en la que se cuenta con apellidos como Cartier-Bresson o Daguerre. Fornals, que ya dejó esta bola de tierra, tenía en su haber cientos de premios y reconocimientos en fotografía y en aquella pequeña pero esencial tiendecita de fotografía que regentaba en Cornellà de Llobregat me infectó con el virus de la mirada a través de un visor. El fue mi primer profesor. Aquellos consejos de hace más de 20 años siguen hoy igual de vigentes. Era la esencia de este berenjenal. Mi evolución como fotógrafo y como fotoperiodista partió de aquel mostrador y aquella trastienda llena de cacharros, hoy inútiles pero ayer valiosos. Aquella ampliadora regalada y aquellos consejos fueron mano de santo. Joder, tengo un nudo en la garganta.
Un premio de fotografía un tanto humilde lleva en la actualidad el nombre de Bernardí Fornals. Su doctrina y erudición no me abandonaran jamás. Hoy podía haber borrado con Photoshop aquellos dedos que sobran o incluso podía haber aumentado la resolución de escaneo para después recortar la imagen y tirar a la papelera de reciclaje manos y dedos sobrantes. Y no se hubiera enterado ni Dios. O a Dios le hubiera importado un carajo. Pero no lo he hecho. Va por Fornals. Gracias.

lunes, 15 de noviembre de 2010

ENTREGA PREMIO NACIONAL DE REPORTAJE EN SEVILLA





El pasado día 11 de Noviembre me fue entregado el Premio Nacional de Reportaje Social en Sevilla, en la sede De CajaSol. Aquí os dejo alguna imagen, prestada, del acto. En alguna de ellas aparezco junto a la incombustible reportera de TVE Carmen Sarmiento así como junto a organizadores y promotores del galardón.
Escuchar las palabras de Carmen en el acto de homenaje fue toda una experiencia. Digamos que 40 años son muchos años de oficio y eso se tiene que notar.
Gracias una vez más a todos los que hicieron posible este reconocimiento.
Está dedicado a las víctimas del Genocidio de Srebrenica.

domingo, 24 de octubre de 2010

PREMIO NACIONAL DE REPORTAJE SOCIAL 2010

(C)DE LAS IMAGENES ALFONS RODRÍGUEZ/PROHIBIDO SU USO/DO NOT USE.

Aunque no suelo participar en demasiados premios, reconozco que siempre es un empujón hacia adelante que a uno le reconozcan su labor. Y más si eso sirve para que lo que intentas (humildemente) hacer con tu trabajo llegue a más gente y durante más tiempo.
Hoy se ha hecho público y oficial el veredicto del jurado de la edición de 2010 del Premio Nacional de Reportaje Social y Solidario, que es convocado anualmente a los profesionales que hayan realizado algún reportaje con esas características y lo hayan publicado en medios de comunicación.
El galardón está impulsado por la Fundación Xul para la Comunicación Social y el Desarrollo, junto a Intermón Oxfam, la Obra Social de Cajasol y la empresa privada Maderas Nobles del Segura. El premio se ha notificado ofialmente hoy, coincidiendo con la celebración del  Día Mundial de la Información para el Desarrollo, y está concedido por mi reportaje "Srebrenica, el dolor continúa" publicado el pasado septiembre en el suplemento nacional Yo Dona, del diario El Mundo. El jurado ha manisfestado: "Por contextualizar el conflicto de la exYugolasvia a través de las voces de las mujeres de Srebrenica, en la narración y por la calidad de sus imágenes.
El premio se entregará el próximo día 11 de Noviembre a las 18.00h en la sede de Cajasol en Sevilla. En el mismo acto se entregará el premio a la modalidad audiovisual, concedido a Diana Nava, por su trabajo " El cielo era el techo, ocio para todos y cada uno". Además se homenajeará a la periodista Carmen Sarmiento por su trayectoria profesional en Televisión Española.
Desde este, mi cuaderno de notas, gracias al jurado, a los que confiaron en mi trabajo y lo hicieron posible: INCIP y Fundació Solidaritat de UB y en especial a todos los que sobre el terreno me abrieron sus puertas y sus vidas. Gracias.

miércoles, 20 de octubre de 2010

CAJA AZUL 3ª EDICION CON EMILIO MORENATTI Y ALFONSO MORAL

(c) alfons rodríguez


La 3ª Edición de Caja Azul, ya es una realidad. En esta ocasión la enmarcamos en el programa oficial del 11º Forum Fotográfico de Can Basté 2010.
El tema a debatir es Fotoperiodistas en zonas de conflicto. Situaciones y límites

Contaremos con dos invitados excepcionales, que abriran el debate: Emilio Morenatti y Alfonso Moral. 
Podéis consultar toda la información e inscribiros a traves de nuestra web www.caja-azul.org 


FECHA: 20/11/2010, SÁBADO.
HORARIO: 17h A 21h
LUGAR: ESPAI FOTOGRAFIC CAN BASTÉ.  Paseig Fabra i Puig, 274 Barcelona.

Gracias a todos por el interés y apoyo
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viernes, 8 de octubre de 2010

FOTOPERIODISMO CATALÁN E HISTÓRIA


Foto de Yolanda Pahissa


Hace unos meses, recibí una llamada telefónica de una productora documental para solicitar mi participación en un pequeño documental que se estaba realizando. El guión giraba en torno al fotoperiodismo en Catalunya. Decidí contribuir. Envié algunas imágenes y los datos que me solicitaron. Me dijeron que la Generalitat de Catalunya consideraba mi trabajo destacable y que harían una mención en el video documental. Hasta aquí todo grato y bien.
La sorpresa ha llegado cuando he visto el video en la web de la Generalitat, el portal en el que se ha hecho público. No sólo se menciona mi nombre como uno de los integrantes de la última hornada de fotoperiodistas catalanes a destacar sino que se hace junto a los ilustres referentes Joan Guerrero, Kim Manresa, Paco Elvira, Tino Soriano  y Sandra Balsells, además de los históricos Xavier Miserachs, Agustí Centelles, Oriol Maspons, Masats y todos aquellos que han ayudado a forjar y crear la memoria histórica de nuestro país. Creedme amigos, cuando os digo que es un honor contribuir, aunque sea de forma humilde y modesta, a documentar la historia de mi país y del mundo entero. Es una satisfacción enorme cooperar en la narración global de todo aquello que conforma la sociedad, la historia y la cultura de nuestra raza. En definitiva, aportar mi ínfima pero sincera visión de la existencia humana. Para que otros vean, sepan y opinen.
Aprovecho para clamar de nuevo a favor de esta profesión, maldición y bendición al mismo tiempo de todos los que la ejercemos. No es un sacrificio, es un privilegio. Un privilegio que les debo a todos los que me lo han concedido, a todos los que reconocen mi trabajo y lo valoran. Apreciar mi función es reconocer, respetar y enaltecer a todos los protagonistas de las imágenes que realizo y de las historias que intento explicar.
Muchísimas gracias a todos los que han dado lugar a esto. Es como un premio importante dotado con mucho más que dinero y éxito. Es  como saber que la sociedad apoya tu lucha y compromiso,  y no te considera un loco, un aventurero o un egoísta sin escrúpulos que vive de las desgracias ajenas.
Gracias de verdad.

NOTA: Si os apetece ver el documental, tiene una duración de 13.05 minutos, podéis seguir este link VIDEO y acceder a él desde la última ventana (azul) codificada con M07 FOTOPERIODISME CAT, no os confundáis con la ficha que hay antes. Gracias.

jueves, 7 de octubre de 2010

ALFONS EN EL EUROPES FESTIVAL



He sido invitado a participar en el Europes Festival, organizado por La Fabrica.
Toda la información aquí.
Fecha: 27/10/2010
Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona

miércoles, 22 de septiembre de 2010

AGRADECIMIENTOS POR LA PARTE QUE ME TOCA


(C)DE LAS IMAGENES Rafa Pérez - Marcelo Aurelio /PROHIBIDO SU USO/DO NOT USE.

Si, porque sólo me toca una parte. Agradezco a todo el mundo que visitara mi exposición Srebrenica, Memoria de un Genocidio, por el reencuentro que eso supone, por el reconocimiento a mi trabajo y al compromiso de los organizadores. Las demás "partes" no me pertenecen.
El resto de agradecimientos deben ir a parar a todos aquellos hombres, mujeres y niños que aparecen en las imágenes de la muestra. Por permitir que entremos en sus vidas, por enseñarnos su dolor, por sufrir innecesariamente, por ser los mártires de la desidia humana y por su humildad  aún sabiéndose icono, símbolo y por desgracia arma de los políticos de medio mundo. Agradezcamos a ellos, que a su costa podamos reaccionar y prevenir que aquello NO vuelva a pasar.

Que mi nombre y mi trabajo se haya leído estos días en los prinicpales diarios del país, en radios, televisiones y portales de Internet, que se haya comentado la exposición en docenas de blogs y redes sociales, sólo engorda maliciosamente mi vanidad, pero alimenta poco mi espíritu. Ójala que se hablara mucho de aquellos hechos y que, al menos, sirviera para ayudar a desminar el territorio y recuperar las víctimas que todavía permanecen ocultas en fosas comunes, en medio de ninguna parte.

Gracias, de todo corazón, por la parte que me toca. Ahora toca agradecerles a los que se quedaron allí, vivos o muertos, para que su sacrificio obligado no fuera en vano.

Abrazos a Rafa y a Marcelo, que tan bien han ilustrado este post.

lunes, 20 de septiembre de 2010

SINCERIDAD, ORGULLO Y CAUCIÓN


AUTOR DAVID R. PAHISSA

Hoy aparece una entrevista en El Periódico de Catalunya, realizada por la periodista Carme Escales, referida a mi profesión y a la inminente exposición que inauguro esta tarde.
Hasta aquí todo bien: se difunde tu trabajo, se denuncia una situación o unos hechos, que para eso curro, y se alimenta un poco más el ego y la vanidad profesional. Aunque estas entrevistas engordan pero no alimentan. Lo digo por experiencia (nótese aquí la sinceridad).
La conversación-entrevista que mantuve con la rigurosa Carme Escales (me gustó su forcejeo y su escepticismo para con la profesión de fotoperiodista, pues está fundado, sin duda), fue de lo más lucrativa espiritualmente hablando, aunque hoy voy a teclear sobre otra cosa.
Hablo del retrato que ilustra la entrevista (el mismo de este post): ¿alguien se ha fijado en quién firma la fotografía?. Efectivamente, muchos ya sabréis que ese tal David Rodríguez Pahissa es mi hijo, de 11 tacos de calendario en su haber (nótese aquí el orgullo). Esa foto la tomó con una de mis cámaras (acostumbro a dejárselas) en una vieja trinchera yanqui, huella de la guerra, que visitamos juntos en Vietnam.
Una fotografía que tal vez vean, o sólo miren, cientos de miles de personas en toda Catalunya hoy (si tenemos en cuenta el número de lectores de este diario) y que suponga uno de esos pasos que los padres damos, conscientes o no, a favor del futuro de nuestros hijos. Esos padres que muchas veces la cagamos y otras acertamos (aquí orgullo y sinceridad).
Pues, como iba tecleando, esa foto es el reflejo de lo que a mí me gustaría que mi hijo hiciera en la vida: fotoperiodista. Y mejor de lo que yo pudiera ni siquiera imaginar. Pero claro por encima de este deseo hay otras muchas cosas. Y más importantes (aquí comienza la caución).
Puede ser egoísmo el hecho de que un padre desee que su hijo se convierta en lo mismo que él fue. También puede ser la propia naturaleza humana y su instinto de perpetuar, evolucionar y mejorar. Pero nada de esto justifica algo que yo nunca haría: insistir en el futuro de David. Intentar que sea lo mejor posible si, pero sin pautas obligadas. Eso no.
A veces siento lo mismo cuando doy clases en talleres o en escuelas de fotografía, universidades, etc. ¿estoy seguro de lo que hago?. ¿Es honesto por mi parte transmitir el germen del fotoperiodismo a los jóvenes?. ¿Es bueno que los ilusione en una profesión confusa, precaria y con un continuo choque ético en la conciencia?. ¿Contemplar las desgracias ajenas, explicarlas y que luego te paguen por ello es moralmente aconsejable?.
Lo mejor es ser cauto. Y decir las verdades. Si mi hijo quiere hacer lo mismo que yo en la vida, que lo haga, pero que no diga que no le avisé. A él y a otros muchos.
En su caso, todavía no ha llegado el momento de la decisión, pero llegará. Y ahí estaré yo, haciéndolo lo mejor que pueda, echando un cable y aclarando unas cuantas cosillas: haz lo que creas y cree en lo que hagas. Lo mismo le diría a los que alguna vez confían en que algo bueno saldrá de compartir mi experiencia en algún taller o en alguna clase.
Hoy, he sido sincero con todo el que lea estas cuatro letras, me siento orgulloso del autor del retrato (no por la foto solamente) y he decidido que voy a ser cauto con el futuro de los demás. En mi caso la decisión ya está tomada y no hay vuelta atrás.